Los paleontólogos del "Museo Nacional de Ciencias Naturales" de Madrid, nos escribieron una carta pidiéndonos ver los huevos de dinosaurios que nos enviaron. A cambio, ellos nos invitaban a su museo y a disfrutar de un día entre dinosaurios.
Las jirafas, las lentejas y sus padres nos pusimos en marcha y cogimos un autobús directo a Madrid.
Al llegar al museo estábamos nerviosos y deseando entrar para ver a los dinosaurios que tanto habíamos estudiado en el colegio.
Nada más entrar nos recibió una paleontóloga y subimos a la sala de investigación. Allí abrió la caja donde estaba nuestro huevo de dinosaurio, lo analizó detenidamente y nos dio la enhorabuena por haberlo cuidado.
La paleontóloga nos explicó que el huevo era de avestruz, un descendiente de los dinosaurios, y que necesitaba una serie de cuidados especiales para poder nacer.
Para agradecernos todo lo que habíamos hecho por ellos, nos enseñaron todo el museo, nos disfrazaron de dinosaurios y cantamos una canción super divertida.
¡LO PASAMOS GENIAL!
Nos enseña los gastrolitos y los tocamos.
Nos muestra distintas réplicas de dinosaurios y los analizamos (tipo, dientes, tamaño...).
Nos disfrazamos con una cola auténtica de dinosaurio.
Moli también se disfraza de dino.
Damos de comer a los dinosaurios del museo.
Tenemos a los dinosaurios en nuestras manos.
Un meteorito gigante encontrado en Granada.
Hicimos nuestra máscara de dinosaurio.
Nos presentaron a Nessie y a otras criaturas de épocas jurásicas.
Recuperamos fuerzas comiendo en el parque.
Después de todo el día estábamos muy cansados y nos quedamos dormidos en el autobús.
¡Somos unos campeones!
¡Somos unos campeones!
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